La reconocida productora de novelas Carla Estrada vio en ella otro don, un don que se acercaba más a lo que su nombre significaba (Musa del Teatro) y le dio su primer papel en la telenovela “Pobre Señorita Limantour”  en 1987. Aunque su intervención en el melodrama fue breve, causó tanto impacto en la productora, que esta le ofreció ser la coprotagonista de la primera telenovela de corte juvenil en México: “Quinceañera” la cual fue todo un éxito y Thalía ahora además de una exitosa cantante, era una exitosa actriz.

Como todo en la vida son ciclos, el ciclo Timbiriche concluiría para ella. Era ya tiempo de desplegar sus alas y emprender vuelo por si sola. En 1990 este “vuelo” musical comenzaría con el lanzamiento de su primer disco como solista bajo el sello disquero “Melody”. El álbum “Thalia” seria un trago dulce amargo para la cantante, ya que a pesar de su éxito, las críticas recibidas por su nueva imagen atrevida y de sus letras “avant garde” un poco escandalosas para la época, le harían dudar de su verdadera vocación, pero esto solo hizo que su ansia de perfección y conquista aumentara y logra reponerse a la adversidad crítica con su segundo material discográfico, “Mundo de Cristal”. Tal como el tema que da título a este disco, Thalía nos adentraría a un nuevo mundo musical, a un Mundo de Cristal, especialmente diseñado por los matices de cada tema, que fueron himnos del amor y desamor.